Una noche mas se iba cerrando con los locales que en la calle se encontraban
salí un momento para coger aire descargado de gente, sudor, humo y ruido.
Volví a entrar y una mano me cogió y con la misma levedad me senté al lado de aquella mano la cual recorrí hasta encontrarme con unos labios que incitaban a ser mordidos y un ser que parecía perdido y extenuado, una alas que no podían batirse mas, se plegaron tras de si.
Adonde iba, de donde venia, contestaciones simples y estúpidas pero acabo sonriendo y era suficiente.
Espere verla entrar otra vez pero ya no volví a ver su estela hasta el día siguiente en el que puede ver a aquel ser mas puro, abriéndose lentamente como una flor, las palabras engulleron el día, recorrieron calles hasta sentarse en las escaleras donde sorprendiéndome abrió sus alas y me abrazo con ellas y sus labios se abalanzaron sobre los míos volviéndose todo dulce y tierno.
Me fascina leerlo, qué mágico.
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